Sin dudas, uno de los debuts más esperados en Palermo era el de La Natividad, el equipo de los dos hermanos Castagnola (Bartolito y Camilo), cuarteto que completa el sudafricano Nacho su Plessis y otro jugador debutante en la Catedral, Matías Torres Zavaleta. (Por Alejandra Ocampo)
La Natividad disputó su primer partido en la cancha 2, ante La Albertina Abu Dhabi, equipo que viene consolidandose con la mira puesta en convertirse en el cuarto equipo. El debut de La Abertina Abu Dhabi en Palermo no tuvo a una de sus piezas claves, Agustín Merlos, quien se recupera de una lesión, y que fue reemplazado por otras de las caras nuevas, Victorino Ruiz Guiñazú.
Fue el debut soñado de La Natividad, que comenzó con tremendo gol del Jeta (Camilo) en el primer chukker. Con los hermanos Castagnola complementados a la perfección, más los muy buenos aportes de du Plessis y Torres Zavaleta, La Natividad sorprendió a La Albertina Abu Dhabi, respondiendo como un relojito suizo en ataque y en defensa, parando a sus experimentados rivales que por momentos parecían desorientados ante el avance de los Castagnola y compañia.
Tras un half time que tuvo a La Natividad arriba por 7 a 2, el cuarteto de camiseta verde siguió con su ritmo apabullante. En los dos últimos dos chukkers, La Albertina hizo lo que pudo para acortar diferencias, aunque sin éxito. Asi, La Natividad tuvo su debut soñado en Palermo, en un año soñado: victoria por 17 a 6, en un partido que seguramente ya está anotado como candidato a uno de los mejores de Palermo 2019.
Fotos by Christian Grosso / PrensaPolo
Deslizá para ver
Copa Cancillería Argentina
La Natividad: Camilo Castagnola 6 (6 goles), Matías Torres Zavaleta 7 (4), Bartolomé Castagnola (h) 7 (3) e Ignatius du Plessis 8. Total: 28.
La Albertina Abu Dhabi: Victorino Ruiz Jorba 6 (1), Francisco Elizalde 8 (2), Ignacio Toccalino 8 (2) y Alfredo Cappella Barabucci 8 (2, uno de córner). Total: 30.
La Natividad: 2-1, 4-1, 5-2, 7-2, 10-3, 11-4, 11-6 y 13-7.
Jueces: Matías Baibiene y Martín Pascual.
Árbitro: Gonzalo López Vargas.
Por Alejandra Ocampo.
Comments