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Foto del escritorprensapolo

Francisco Podestá, un pedazo de historia del polo en Suiza


Hablar de Franscisco Podestá es hablar del Polo Park Zurich. Y del polo de Suiza. Cuando recién arranca la temporada en Suiza, siempre es bueno recordar cómo nació el club, cómo llega Francisco a este país, hace 25 años, y las principales características de un polo que crece año tras año. (ENGLISH VERSION)


Oficialmente, el 1° de abril comenzó la temporada en el PPZ. Francisco tiene múltiples funciones en un club que hoy cuenta con unos 10 torneos entre bajo, mediano y mujeres, y un calendario organizado que se extiende hasta el 1° de octubre. Con 80 jugadores socios del club, de los cuales hay un puñado de unos 10 argentinos, PPZ funciona a la perfección y se ha ganado su lugar entre los grandes promotores del polo bajo y mediano en el calendario europeo.


¿Cómo explicarías tu rol en PPZ?

Hacer todo. Desde enseñar, organizar, jugar, poner los arcos, dar clases y ser referee (Se ríe). Estamos de lunes a lunes, siempre hay algo para hacer. Tengo la escuela de polo con varios alumnos, más de la mitad son mujeres, está creciendo mucho el polo femenino. El polo de los chicos, de 6 a 14 años. Estamos ocupados.


¿Por qué funciona tan bien y cuál creés que es el atractivo el club?

No hay secreto en esto. Polo todos los días, menos los lunes. A cada nivel lo empachás de polo. El año pasado jugamos 800 chukkers. Los socios quieren eso, que les ofrezcan polo, que vengan y jueguen.


Recuerdo en la primera parte de la pandemia fueron los primeros en comenzar con los chukkers.

Siempre hay que mirar para adelante. Organizar y jugar al polo. Con la pandemia había que seguir las regulaciones, pero se podía jugar. Esa temporada 2020 fue de las mejores temporadas de la historia de Polo Park Zurich. Como no se podía viajar, todos estaban jugando al polo en el club, inclusive algunos trajeron sus caballos desde otros puntos para jugar acá. Siempre pasan cosas en el mundo, ahora hay una guerra y entonces ¿no hacemos nada? No es así. Por lo menos yo no soy así.

Ese año, 2020, que no podían viajar los petiseros, entre 4 que había acá manejábamos 70 caballos, yo cortaba la cancha, no alcanzaban las manos. Y ahí también está la respuesta a la pregunta porqué funciona el club. En 25 años que tiene, siempre pasaron cosas en el mundo: hubo una fuerte crisis en 2008… pero lamentarse no sirve para nada. Nosotros llevamos el polo en la sangre y tenemos que hacer que los patrones y los amateurs estén contentos y se diviertan. Es un poco la filosofía para Polo Park Zurich




¿Cómo ha sido tu historia aquí y la del club?

Hace 25 años con un jugador de Zurich, Markus Gräff, me dijo que quería armar un club cerca de la cuidad. Buscamos el lugar, lo encontramos, donde estamos ahora, era todo tambo, vacas, maíz y buena tierra que daba para hacer varias canchas. Los chacareros sacaron los tambos y pusieron boxes y empezamos con una cachita, chiquita, y ahí arrancamos, no teníamos nada y jugábamos ahí. Fue el origen, de ese club chiquito con ubicación perfecta, a 20 minutos de Zurich e igual distancia del aeropuerto, más un kilómetro de la autopista, y después tardó lo que tiene que tardar. Pasaron 25 años y hoy no nos entra un solo caballo más en el club, tenemos 200 y hay lista de espera. Y pensar que arrancamos con 30 caballos, ese 1998 se jugaron 150 chukkers y ahora 800, así fueron los números.

Y mi historia arranca en Lobos, en Salvador María. Papá jugaba y todos comenzamos ahí. De repente aparecieron unos suizos, unos alemanes en la zona, que buscaban gente que le de una mano en Europa y empezamos con mis hermanos a viajar. Yo tendría 24 o 25, debe ser la temporada 33 que estoy afuera. Siempre hicimos el centro europeo, esa es la región en la que me moví siempre. Hasta que arrancó este proyecto de Polo Park. Siempre volvía en invierno a Argentina, cuando mis chicas se hicieron grandes y tuvieron que elegir nos quedamos en Suiza.


¿Encontraron el techo como club?

Pasar de esto va a ser difícil. Precisaríamos más canchas, más caballerizas y acá conseguir permisos es un proceso lento.

¿Qué cambió en cuanto a polo en todos esos años?

En su momento se hacían torneos muy grandes, de 14 goles con un circo muy grande. Luego de la crisis del 2008 los sponsors desaparecieron. Ya no querían poner más plata y ahí pasamos a unos torneos más caseros. El polo es el mismo. No sé si servía para algo, hoy les gusta una comida chica, asadito y alguna guitarreada en el club house. Eso es lo bueno, con la inauguración del club house le dio un empujoncito, vienen y se quedan…

¿Cómo es tu relación con Morgan y Sebastien?

Buenísima, espectacular. La pasamos bien, son muy anfitriones, les gusta que venga gente y que haya actividad, te digo que de jueves a domingo la parrilla no se enfría.

¿Qué extrañás de Argentina?

Poco. Porque a la gente la veo siempre, los asados son los mismos, el polo está buenísimo. Lo que tiene bueno Suiza es el orden y la limpieza y como segundo la seguridad de país.


Con Clara, tu mujer, y Martín, tu hermano. ¿Los pro y los contra de trabajar en familia?

Contra te diría que ninguno, porque estamos todo el día y es la forma de estar juntos. El resto son todas cosas a favor. Más que nosotros estamos acostumbrados a trabajar juntos desde toda la vida, es un equipo.


¿Y en invierno qué hacés?

Pasan rápido los inviernos, siempre le damos una mano a Reto Gaudenzi con el polo en la nieve. Y después vamos al sur de España a jugar a Mallorca, con algunos socios del club. Al final se pasa rápido.



Por Darío Welschen

Fotos cedidas por la familia Podestá.

 
Francisco Podestá, a part of the Swiss polo history

To talk about Francisco Podestá is to talk about Polo Park Zurich. And when the season starts in Switzerland, it is always good to remember how the club was born, how Francisco arrived in this country, 25 years ago, and the main characteristics of a polo that grows year after year.

Officially, on April 1st, the season started at PPZ. Francisco has multiple functions in a club that today has about 10 tournaments between low, medium and women, and an organized calendar that extends until October 1st. With 80 players members of the club, of which there are a handful of about 10 Argentines, PPZ works perfectly and has earned its place among the great promoters of low and medium polo in the European calendar.


How would you explain your role in PPZ?

To do everything. From teaching, organizing, playing, setting up the bows, giving lessons and being a referee (he laughs). We are there from Monday to Monday, there is always something to do. I have a polo school with several students, more than half of them are women, women's polo is growing a lot. The boys' polo, from 6 to 14 years old. We are busy.

Why does it work so well and what do you think is the attraction of the club?

There is no secret about it. Polo every day except Mondays. At every level, you get every level full of polo. Last year we played 800 chukkers. The members want that, to be offered polo, to come and play.


I remember in the first part of the pandemic we were the first to start with chukkers.

We always have to look ahead. Organize and play polo. With the pandemic you had to follow regulations, but you could play. That 2020 season was one of the best seasons in the history of Polo Park Zurich. Since it was not possible to travel, everyone was playing polo at the club, some even brought their horses from other places to play here. Things always happen in the world, now there is a war and then we do nothing? It is not like that. At least I am not like that.

That year, 2020, when the grooms could not travel, between 4 of us here we managed 70 horses, I cut the field, my hands were not enough. And there is also the answer to the question why the club works. In its 25 years, things have always happened in the world: there was a strong crisis in 2008... but lamenting is useless. We have polo in our blood and we have to make the patrons and amateurs happy and have fun. That's a bit of a philosophy for Polo Park Zurich.





How was your history related to the Club?

25 years ago with a player from Zurich, Markus Gräff, he told me he wanted to set up a club near the city. We looked for the place, we found it, where we are now, it was all dairy farms, cows, corn and good land that could be used to build several fields. The farmers took out the dairy farms and put boxes and we started with a small, little cache, and that's where we started, we had nothing and we played there. That was the origin of that small club with a perfect location, 20 minutes away from Zurich and the same distance from the airport, plus one kilometer from the highway, and then it took as long as it had to take. Twenty-five years have gone by and today not a single horse can enter the club, we have 200 and there is a waiting list. And to think that we started with 30 horses, that 1998 we played 150 chukkers and now 800, that's how the numbers went.

And my story starts in Lobos, in Salvador María. Dad played and we all started there. Suddenly some Swiss and Germans appeared in the area, who were looking for people to give them a hand in Europe and we started to travel with my brothers. I would have been 24 or 25, it must be the 33rd season that I was outside. We always did the European center, that is the region where I always moved. Until this Polo Park project started. I always came back to Argentina in winter, when my girls grew up and had to choose, we stayed in Switzerland.


Have you found your ceiling as a club?

Getting beyond this is going to be difficult. We would need more fields, more stables and getting permits here is a slow process.

What has changed in terms of polo in all those years?

At the time there were very big tournaments, 14-goal tournaments with a very big circus. After the 2008 crisis, sponsors disappeared. They didn't want to put any more money and then we moved on to more homemade tournaments. Polo is the same. I don't know if it was good for anything, today they like a small meal, a barbecue and some guitar playing in the club house. That's the good thing, with the opening of the club house it gave them a little push, they come and stay...


How is your relationship with Morgan and Sebastien?

Great, spectacular. We have a good time, they are great hosts, they like people to come and there is activity, I tell you that from Thursday to Sunday the barbecue doesn't get cold.





What do you miss about Argentina?

Not much. Because I always see the people, the asados are the same, the polo is very good. What is good about Switzerland is the order and cleanliness and secondly the security of the country.


With Clara, your wife, and Martin, your brother, the pros and cons of working as a family?

Against I would say none, because we are together all day long and it is the way to be together. The rest are all things in favor. We are used to work together all our lives, it's a team.


And what do you do in winter?

Winters goes by fast, we always give a hand to Reto Gaudenzi with the polo in the snow. And then we go to the south of Spain to play in Mallorca, with some members of the club. In the end it goes fast.

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