El deporte como medio de vida, el fanatismo por jugar, la música y la ilusión de jugar por primera vez la Triple Corona. El chico de Lobos que llegó a lo máximo en el mundo de la bocha y que comienza a transitar su sueño en el alto hándicap. Por Sofía Sinforiano. Ph Adrián Melo
¿Cómo arrancaste en el polo? ¿Te atraía la posibilidad de jugar?
- Arranque jugando en Lobos, en el campo de mi familia, San Francisco de Asís. Y sí, me atraían mucho los caballos, me apasionaban y la posibilidad de jugar al polo y el Abierto la veía como un sueño. La verdad que me atraía mucho, muchísimo.
¿Cuánto influyo el deporte en tu vida cotidiana?
- El deporte en mi vida cotidiana, creería que paso a ser mi vida, por así decirlo. Mi vida está, gira y se basa en el polo. Mí día a día, mí todo.
¿Qué significa para vos jugar la Triple Corona?
- Jugar la Triple Corona es un sueño, yo creo que todo chico, cuando arranca a jugar al polo, lo ve como lo máximo, por así decirlo. Lo veía como algo muy lejano, por lo menos en mi caso, porque nunca tuve el polo de alto hándicap muy cercano, así que el hecho de poder llegar a jugar la Triple Corona es algo muy lindo. Es un sueño, que tanto yo como mi familia, sé que lo vamos a disfrutar mucho.
¿Y jugar para La Irenita?
- Jugar para La Irenita le da un plus. Cuando termine el colegio, arranque a trabajar con Matías Mac Donough, tenía tres o cuatro goles y la verdad que el salto ese, al polo alto, me lo fueron dando ellos, lo que es La Irenita, Matías, Pablo. La organización de los caballos, jugar polo alto.
Poder hacer mi debut, representando a La Irenita, es muy lindo, porque obviamente mi familia me dio todo el apoyo y me lo sigue dando, pero La Irenita me dio ese plus para poder estar en el alto nivel.
¿Cómo es tu relación con el equipo?
- Tenemos muy buena onda, con Facu, Facundo Fernández Llorente, arrancamos los dos juntos acá en La Irenita hace cinco o seis años, somos muy únicos. Con el Negrito, Juan Martín Zavaleta, también, ya que pasó por La Irenita, pegue muy buena onda con él ahí, además hemos jugado juntos en Europa. Con Juancho, Juan Martín Zubia, nos conocíamos de los torneos de chicos y tenemos medio la misma edad, ahora jugando juntos tenemos buena onda.
¿Y con tu posición dentro de la cancha?
- Jugar de dos, lo hice varias veces, cuando jugamos La Republica, alguna Cámara de Diputados y me siento muy cómodo.
¿Tenés amigos en el polo?
- Si, la verdad que tengo amigos en el polo. El polo me ha dado amigos muy cercanos, si me pongo a nombrar van a ser muchos, pero la verdad que el polo te da, o por lo menos en mi caso, me ha dado amistades muy cercanas y muy lindas.
A la hora de empezar un torneo ¿Tenés cábalas?
- No, no soy muy de las cábalas, o por lo menos a la hora de arrancar un torneo. Después tengo alguna que otra cábala, pero al empezar un torneo no.
¿Una yegua preferida?
- Mi yegua preferida, La Valentía, es una yegua que se quedó mi papá hace un par de años de Matías Mac Donough, es de la cría La Irenita. Es una yegua, que la juego, desde que tengo tres o cuatro goles y este año la voy a poder jugar en la Triple Corona. Básicamente, me fue acompañando durante toda mi carrera, es muy lindo poder jugarla.
Siempre la cabeza es importante en el deporte, pero en este contexto, ¿Cuánto más se tiene que trabajar para mantenerse sólido?
- No competí nunca a este nivel, pero creo que tenés que estar muy enfocado, muy en el día a día. La cabeza es mucha en el deporte y más, creo yo, a estos niveles.
¿Sos competitivo más allá del deporte?
- Sí, soy muy competitivo. De chico era más competitivo, perdía en algo y me agarraba mucha calentura. Fui aprendiendo a no ser tan así, pero la verdad que sí, soy bastante competitivo.
¿Tenés una playlist para entrenar?
- Sí, tengo una playlist en Spotify con Rock Nacional, la uso para entrenar o para ir a los partidos, voy escuchando un poco.
¿En qué sos bueno que no sea el polo?
- En la cocina, soy un gran cocinero, ¡muy buen cocinero!
Si tuvieras que definirte en una frase…
- Se la dejaría a otra persona, pero… Soy alguien con buena vibra, bastante alegre. Me gusta que la gente a mi alrededor ande de buen humor.
Con 7 goles de hándicap, profesionalidad y simpatía, Martín Podestá, a su corta edad, es parte de las nuevas generaciones del polo, atraviesa el mejor momento de su carrera, y juega frente los mejores polistas del mundo.
Por Sofía Sinforiano. Ph Adrián Melo
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